El pasado 18 fuimos a hacer una tarea de investigación a los Cavazos (hace muchos años mejor conocido como el Huajuco) lugar de vendimias típicas de la región.
Nuestro trabajo consistía en encontrar la identidad cultural del “aguamiel” y la “torta de elote”, así que sin estar muy emocionados por dicha tarea a las 10 AM nos dirigimos a los Cavazos.
La verdad resulto bastante interesante el proyecto por que de pronto descubres que las personas que pudieran parecer algo hurañas y sobre todo parcas en sus respuestas al entrar en confianza se les suelta la legua como si te conocieran de años. Pero es obvio que al principio se porten medio hoscos; cualquiera en su lugar lo haría si un extraño llegara a interrogarlo sin su permiso.
Después de un rato de respuestas secas al fin encontramos la manera de entablar una conversación decente y pudimos enterarnos de muchas cosas interesantes como por ejemplo, que hoy en día no se usa la molienda antigua para hacer el aguamiel como antes, hoy en día se utiliza una mecánica de la que pueden extraer 40 litros de aguamiel de seis cañas.
Esta es una tradición familiar heredada de generación en generación hasta hoy en día. Algunas de las personas que se dedican a esto (sobre todo las que son mas viejas) extrañan el tener sus sembradíos de caña o de maíz para la elaboración del aguamiel y recuerdan con cierta añoranza como el paso del tiempo y la urbanización les robaron parte de sus tierras y medio de vida.
Y que decir de la bebida…pues en principio la verdad no se me antojaba probarla por su color (parece clorofila pero concentrada) y a mi esas cosas del vegetarianismo y la alimentación sana nada mas no se dan; pero como ya habíamos platicado lo suficiente como para sentirse mal por hacerles el desaire no tuve mas remedio que probarla, y cual seria mi sorpresa que sabia tan delicioso sobre todo por lo fresco que estaba y lo dulce de su sabor.
La experiencia en si fue muy agradable y habría mas cosas que contar pero el espacio es un tanto reducido y prefiero dejar algo para mis compañeros. Y para aquellos que lean este blog lo único que puedo decirles es que vayan a los Cavazos a probar el aguamiel.
Recuerden lo que bien se dice por ahí: no se conoce un lugar más que por su gente y su comida.
Lourdes Eguia C.
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